Pasos a seguir:
¿Alguna vez te has encontrado con ganas o necesidad de analizar una obra musical, ya sea con la partitura o escuchándola, y no sabes por dónde empezar? ¿Qué haces, te fijas primero en la armonía? (los acordes de un pasaje, la tonalidad, etc.) ¿O en la estructura, junto con la melodía, intentando buscar fragmentos similares o diferenciados para adjudicar letras A, A’ y B?
En esta entrada te facilitaremos unos pasos a seguir para analizar cualquier pieza musical desde el Barroco (aunque en este periodo histórico no siempre nos funcionará) hasta el Romanticismo y otros estilos del s.XX y s.XXI. También es verdad que las obras musicales que analices con la pauta que te proponemos tendrán que compartir una característica muy relevante: ser piezas tonales. Es por este motivo que para las obras anteriores a la música tonal barroca y posterior al s.XIX tendremos que aplicar otros sistemas de análisis.
Dicho esto, es hora de comentar cada uno de los pasos que seguiremos para analizar una pieza musical.
1er paso: Fijar la tonalidad principal y el número de líneas melódicas.
En primer lugar, y a nivel armónico, tendremos que de decidir cuál es la tonalidad principal de la pieza musical. Con la partitura en mano, lo sabremos mirando la armadura del inicio y, por si acaso, el acorde final de la pieza. A nivel auditivo, lo sabremos detectando la tónica al principio y al final de la pieza y comparándola con un la de referencia. Por otro lado, definir el número de líneas melódicas existentes en un fragmento nos facilitará y mucho identificar correctamente los acordes y las posibles notas extrañas. Pero en los análisis auditivos ya será menos importante, porque normalmente no se te pedirá analizar los acordes uno por uno.
2º paso: Buscar todas las cadencias al final de frase, a la vez que nos fijamos en el tipo de inicio de frase.
Una vez fijada la tonalidad principal, es el momento de detectar las cadencias a final de frase. Recordar que las cadencias son los enlaces armónicos que encontraremos al final de una frase melódica. Por otro lado, detectar cómo son los inicios de las frases melódicas (anacrúsico, tético o acéfalo) nos ayudará a delimitar los inicios y finales de frase.
3er paso: Los fragmentos que se generarán entre el inicio de una frase y la siguiente cadencia, o entre cadencia y cadencia, serán Frases o Subpartes.

Las Partes y Subpartes son los dos elementos propios de la estructura. En primer lugar, nos centraremos en asignar una letra a cada Subparte en función del material temático que presenten. La nomenclatura que utilizaremos para cifrar cada Subparte serán letras minúsculas siguiendo el orden del abecedario. Si dos frases presentan las mismas características respecto a las 7 variables musicales, las cifraremos con una «a» cada una. Si dos Subpartes presentan ciertas diferencias en alguna de las 7 variables musicales pero características idénticas en el resto de variables, cifraremos con una en la primera frase y una «a» o «a1» la segunda. Existen dos posibilidades, utilizar las comas o también llamadas prima (a’, a’’, a’’’, etc.) o bien subíndices con números (a1, a2, a3, etc.). Por último, si dos frases difieren en dos o más variables, cifraremos la primera Subparto con una «a» y la segunda con una «b».
En el periodo que hemos fijado previamente (Barroco, Clásico y Romántico) un cambio en la melodía o en la armonía acostumbrará a significar cifrar distinto dos frases o Subpartes.



4º paso: Englobar las Subpartes en Partes.
Cuando tengamos todas las Subpartes clasificadas, es el momento de agruparlas en Partes. La Parte es el mayor elemento dentro de la estructura. Las cifraremos con letras mayúsculas siguiendo el orden del abecedario, a la vez que le aplicamos la misma lógica que previamente habremos aplicado en las Subpartes. Ahora bien, a la hora de valorar qué Subpartes podemos englobar dentro de una Parte, deberemos tener una visión más general, fijándonos en la tonalidad del fragmento, el material temático utilizado, etc. Otro aspecto determinante serán las repeticiones , ya sea cuando se repita una misma Subparte o cuando se repitan en bloque dos Subpartes diferentes.

5º paso: Cifrar (acorde) el fragmento deseado.
Ahora sí, y no antes, es el momento de ponerte a cifrar acordes. Gracias a los pasos anteriores tendrás un esquema muy bien definido de cómo está estructurada la pieza, que a la vez te ayudará a saber dónde estás en todo momento a nivel melódico y armónico, dos de las variables más importantes a la hora de analizar música tonal . Recordarte dos cuestiones cuando cifres: el ritmo armónico lo acostumbrará a marcar el Bajo, y para saber qué notas son reales y qué extrañas, nos guiaremos por las notas esqueleto. Las notas esqueleto (que serán siempre reales) son aquellas notas que se encuentran en otras voces que no son el Bajo y que tienen la misma duración que el ritmo armónico que marca el Bajo.
Esperamos que con esta guía te sea mucho más fácil encarar cualquier análisis que se te pueda presentar. De todos modos, en los cursos de MusicAccess encontrarás información mucho más detallada de todos los conceptos que se tratan en esta entrada.